https://elpais.com/elpais/2018/06/07/opinion/1528389444_534344.html
Jorge Marirrodriga en su artículo, subido en la página de El País, se basa en lo que ha dicho Màxim Huerta sobre el fútbol. Pero, algunos se podrían preguntar: ¿quién es el hombre? Entonces, debemos comenzar desde el principio.
En España acaba de formarse un gobierno nuevo, después de que la moción de censura ha sido aprobada por la mayoría de votos y Mariano Rajoy, el primer ministro antecedente, tuvo que dejar su puesto. En su lugar apareció el personaje probablemente más conocido de su oposición: Pedro Sánchez, el jefe de PSOE, creando el gobierno “femenino”, es decir, compuesto de más mujeres que hombres, que es un hecho sin precedentes. Sin embargo, unos varones se han hallado en nuevo consejo de ministros y señor Huerta es, como todos probablemente han adivinado ya, uno de ellos. En concreto, el ministro de Cultura y Deportes.
Es que, en su perfil de Twitter, los usuarios vinieron su declaración pública que no solo no le gusta el fútbol, sino también que “no tiene «ni puta idea»” del asunto. El autor supone que el gobierno nuevo tenga que chocar con la crítica en cuanto al nuevo ministro como su primer desafío.
Pero Jorge Marirrodriga no junta su voz con dicha crítica. En cambio, expresa indirectamente su sentido de sorpresa que un español ha dicho sin rodeos que no sabe algo, en vez de imaginar un millón de excusas triviales, como el pueblo de Península (según su opinión) suele hacer. Normalmente la gente es solo capaz de acusar a los otros de ignorancia. De cierto modo aprecia la humildad del ministro.
Menciona también que Huerta trabajaba para la empresa privada como un periodista, un oficio no muy respetado, y además ha publicado unas novelas y libros.
La otra pregunta hecha por el autor fue ¿porque se gestiona el deporte junto con la cultura? Pues en numerosos estados vecinos el deporte pertenece a los ministerios de – por ejemplo – Educación o Salud Pública. España es el único país donde se lo junta con cultura. J.M. reflexiona si no sería mejor también integrarlo al ministerio de Educación, u otro departamento.
No obstante, la situación actual no va a cambiar al parecer común y, citando al autor, ” Huerta se estrenará con un Mundial. Se va a hartar de ver partidos y hasta puede que acabe saltando y celebrando algo a mediados de julio. Ojalá”.
Es muy probable que Marirrodriga simpatice con el ministro y, por lo tanto, trata de defender el político. O simplemente el texto es un resultado de sus pensamientos objetivos, ¿quién lo sepa? Para el autor del presente texto, le parece admirable la actitud de Huerta, hay que tener mucho coraje para declarar en público que “no se sabe”. No debemos condenar la falta de conocimientos, sino la falta de voluntad de poseerlos; estoy totalmente convencido que en cuanto a este asunto, estamos de acuerdo entre sí con el periodista. Pero es difícil dar mi propia opinión del departamento – es claro que J.M. intenta convencer a sus lectores que el conjunto de la cultura y los deportes no es una opción óptima. Es obvio que en España el deporte, sobre todo el fútbol, tiene que ver mucho con la cultura, pero no estoy seguro si merece su ministerio autónomo. Por este momento, no puedo percibir ningún razón firme de separar los dos sectores.
